Realizados sobre papel tintado, nunca blanco. Primero ubica el tema a realizar utilizando el carboncillo, luego lo completa con barra de color sepia dándole el volumen y la luminosidad. Algunos de ellos llevan pequeños toques de color, los arrantzales (pescadores) amarillo en la capucha de la sira, verde en el palo del remo. En los retratos de sepia de las chicas, naranjas y rojos para ribetear sus blusas o collares con algún cromatismo. Albizu no tiene dibujos de paisajes, ni de edificios, ni de objetos. Reserva esta parcela privilegiada de su arte a las personas. Acepta la idea de Matisse: “Mi dibujo al trazo es la traducción más directa y más pura de mi emoción”.